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sábado, 8 de septiembre de 2007

Medicina

La clave de la medicina del siglo XXI será el vínculo entre el cuerpo y el espíritu, según el psiquiatra francés David Servan-Schreiber, para quien es necesario tratar bien al cuerpo y tratarlo en profundidad para que nos permita seguir viviendo. Esta sabiduría está siendo recuperada por la medicina porque la ciencia demuestra que esto funciona. Por eso es posible curar la ansiedad y la depresión sin medicamentos. Coherencia cardiaca, movimiento de los ojos, el amanecer, la acupuntura, los Omega-3, el deporte y la comunicación emocional, son los nuevos senderos de la medicina. Los medicamentos quedan como último recurso. / David Servan-Schreiber. Curación emocional.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Al lado del camino

Ebelina 88



Me gusta así, como las canciones. Que empiece fuerte.
O sobrenatural.
Que el eco del sonido suba.





Montaña rusa de madera, tarde de sábado. Brisa en los ojos. Hacia arriba, a ese punto sutil que junta, une, deshiela y funde.

          ® Mabel Bellante, 1995

jueves, 16 de agosto de 2007

Familia

Al terminar el libro no pude menos que comparar a mi familia de California con la familia de Esteban Trueba en mi primera novela, "La casa de los espíritus". ¡Esa sí que era tradicional! La mía es una pequeña tribu cuyos miembros -salvo excepciones- no tienen lazos de sangre, vienen de diferentes lugares del mundo y lo único que tienen en común es el deseo de permanecer juntos. Me siento como una matriarca en torno de cuyas faldas se reúne esta familia hechizada. Para mí, la familia es fundamental, porque en los caminos del exilio y de la vida perdí a la que tenía originalmente. Por eso he tratado de armar otra. En una familia la gente se ayuda, nadie se queda tirado, los niños crecen en el regazo de varias generaciones, los viejos no se mueren solos en un hospicio. Es cierto que todos queremos privacidad y es una lata hacerse cargo de los parientes. Pero la alternativa a la familia es la soledad y el desamparo. / Isabel Allende, sobre "La suma de los días".

sábado, 11 de agosto de 2007

Existencia

Hubo además otra cosa que resultó de mi enfermedad. Podría formularlo como una afirmación del ser: un sí incondicional a lo que es, sin objeciones personales. Aceptar las condiciones de la existencia, tal como yo la veo: tal como la entiendo. Y aceptar mi propia esencia, tal como soy concretamente. Al principio de la enfermedad tuve la sensación de haber incurrido en un error en mi actitud y por ello ser responsable, en cierta medida, del fracaso. Pero cuando se sigue el camino de la individuación, cuando se vive la vida, hay que aceptar también el error; de lo contrario la vida no sería completa. / Recuerdos, sueños, pensamientos. Carl Gustav Jung.