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viernes, 30 de marzo de 2018


Un espacio resistente

Ser, como el martirio o la orientación, una parte de la propia mentalidad que fluye a través de las palabras. Pero a veces algo que no se ve venir sucede. Entonces, abrirse paso entre la carroña como una roca de ternura desplazándose hacia el alivio.

MabelBE

sábado, 3 de febrero de 2018

Y así


Imaginate acostumbrándote a la indiferencia que congela
momentos tristes de inviernos indefinidos
hechos de navidades en las que nunca quisiste estar
y que el instante en que te das cuenta
vuelve
para regalarte un seguro médico por cada familiar
y que otra vez se va, en sí mismo, olvidando encima tuyo
un vacío nuevo.
Imaginate caminando las lajas rotas del patio de tu vida
entre preguntas
sobre como será un combo simultáneo de comprensión, exculpación y abrazo
o sobre la potencia del no querer
o en qué mierda que todo es tan fugaz.

MabelBE
Mas o menos igual

jueves, 18 de enero de 2018

Un espacio caramelo


Vestirse de acontecimiento, promover sonrisas, caminar calles donde el amor dejó tirados sus pétalos. Lo ajeno adentro de lo propio en un rincón. Ser presente a punto golosina en el condicional indicativo de un tiempo difícil.

MabelBE 

lunes, 27 de noviembre de 2017

Niña de vidrio

Niña de vidrio, acorazada con los arcoiris de las flores en medio de un jardín de miedo y nostalgia. Mundo donde es posible hablarle al simismo del desenlace de la noche de estrellas borradas. Universo con un farol enfrentado al tiempo y a las heridas. Entrar en cada una de las luces y lagrimas que saben exactamente que decir y que abrazan. Diálogo con lo esencial del cambio, entre lo perdurable y en el  instante en que se revelan todos sus abismos ocupados. Sentir la vida de sus versos y que no importe si es cursi la mirada de corazón. Niña de vidrio, con distintos rostros del amor, levantándose cada mañana para hacer un amanecer mas o menos perfecto en la ventana. /Crítica Ebelina.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Ebelina 01



- No es facil esconderse en una casa sin rincones.
Esiquio me ve aparecer, y sabe que no puede cambiarme.
Me cede un laberinto de calma para que me alimente
con penas.
Cuando Losquenuncafaltan me ven aparecer me ofrecen
un puente precario para soñar
o para soñar para vivir.
Tengo a mi lado la invisibilidad del Trébol,
y a veces al A-migo.
Luego, Agitanado intenta recuperar su pasado de imagen,
cierra el portón
que me recluye en un poster. Logro escapar
sentada sobre la primera de mis magias.
Cuando el Conglomerado de los Trece y Cualquiera me ven
yo llevo una carga de rencores ajenos
bajo las zapatillas, entre los fluidos de mi vestido de verano.
Y mi piel repele cambios.


Caminando con dificultad los jardines, casi sin poder respirar, con sombras acompañando las alas, me alejo hasta el agujero de la montaña que comparto con Ebelina, donde nunca necesito desaparecer.
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® Mabel Bellante, 1995