Aceptar
la enormidad en su comparación conmigo y comprender profundamente
que la existencia es mutación constante, que no soy la misma persona, son
parte de una misma cosa. Sangrando y sin guía, sostengo mi cara
mientras hago un torniquete que se corre de lugar como si tuviera
vida propia. Aunque a veces tengo la suerte de estar alerta y me
identifico en situaciones que no necesitan adornos, donde lo
prescindible es eliminado por la serenidad, crecer
se ha tornado un lugar peligroso, donde sólo
investigar el hermetismo propio de los misterios salva el momento.
Aún en estado de tristeza, hay que reconocerse, armar una estrategia que defienda la alegría, poner en movimiento la fuerza vital. Es una valentía nueva que llena, en completo silencio, al espíritu que manda mensajes sin enterarse de las respuestas. Y seguir creyendo que los momentos mágicos son curativos.
Aún en estado de tristeza, hay que reconocerse, armar una estrategia que defienda la alegría, poner en movimiento la fuerza vital. Es una valentía nueva que llena, en completo silencio, al espíritu que manda mensajes sin enterarse de las respuestas. Y seguir creyendo que los momentos mágicos son curativos.
MabelBE
Mabel!
ResponderBorrarQue acertado este escrito. Desde la mutación constante del ser, hasta la necesidad de defender la alegría, (como decía el viejo ese, como una trinchera! y hasta de una misma)
la valentía para seguir..
qué oportuno leer esto ahora.
Te quiero!
Celes.-
te escribí dos post que no se publicaron aquí, eran sobre un libro que cayó en mis manos, que habla sobre la gratitud, una herramienta muy importante que no usamos en su justa manera
ResponderBorraryo también te quiero mucho, besos celes!