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domingo, 27 de agosto de 2023

Los perros de Hashima y el lago Bled

Siempre hay un perro al lado de lo que va dejando de importar, de lo que se vuelve más duro cuando no aparecen alternativas. Ni hablar de la nostalgia que producen las sombras de los árboles sobre el campo al caer de la tarde. No son felices ni en la niñez. Nunca quise estar en esas agonías de la hermosura cuya principal característica es la ajenitud. Será por eso que busqué ser como la isla sin nombre del lago Bled. En el alma me quedó grabada su forma de lágrima, que me recuerda a Hashima.
Yo hago latir la capacidad de ver vegetación rugiente, de músicas y sonidos conviviendo entre la voz humana, bajo techos siempre recién pintados y niños que arrojan piedras y risas desde la orilla.
Esta Hashima sin la irrealidad obtusa de silencios diminutos se ubica en el Bled, y sube por la escalera que ocupa gran parte de su suelo y bienvenida, ya sin la inutilidad del cuento de hadas pero siempre con un perro, compañero de la intemperie.
Es duro, más lo que cuesta reinventarse después, cuando no están las alternativas debidas. El dolor de vivir en el inconsciente colectivo. Ni hablar de la nostalgia que producen las sombras del atardecer en los árboles del campo.
Que suerte que existan los perros.

MabelBE

5 comentarios:

  1. Enorme escrito o escrito enorme. Lo demás no se da por añadidura.Muy bueno!

    Mago sin dientes.

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  2. Igualmente, eso del perro al lado de lo que ha dejado de importar es un tanto raro. te da la sensación de lejanía?...Un pastor con su perro y ovejas o... no sé.

    Magoo

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  3. Y eso de reinventarse lo sacaría de este gran escrito.Nadie se reinventa, suena a vistesss? rehacer la vida es lo que sale!

    Magoo

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  4. El día que escribas todo en primera persona... la mejor.A .Pizarnik va a ser una caricatura de poesía.

    Magoo

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  5. reinventar y rehacer son sinónimos, de alguna manera

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