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domingo, 28 de junio de 2015
jueves, 18 de junio de 2015
Trabajo
como un tigre del caspio
arrogante, silencioso,
bañado en desarraigo
sin idea de combinaciones práctico-estéticas
andamos cargando árboles
y saltando otros que se interponen
también caídos y solos
en un camino ahogado de liana, asfalto, parásito, migraña, satori, entropía, culpa, belleza,
hasta que desaparecemos
arrogante, silencioso,
bañado en desarraigo
sin idea de combinaciones práctico-estéticas
andamos cargando árboles
y saltando otros que se interponen
también caídos y solos
en un camino ahogado de liana, asfalto, parásito, migraña, satori, entropía, culpa, belleza,
hasta que desaparecemos
MabelBE
"trabajé para tener sólo cansancio" / opiário. álvaro de campos ·pessoa·
miércoles, 17 de junio de 2015
domingo, 14 de junio de 2015
M83
Envía tus sueños donde nadie pueda esconderlos. / Dale tus lágrimas a la marea. / No hay tiempo. No hay un límite. No hay un adiós. / Desaparecen con la noche. / No hay tiempo. No existe el tiempo.
martes, 5 de mayo de 2015
martes, 14 de abril de 2015
lunes, 13 de abril de 2015
domingo, 29 de marzo de 2015
Y no sujetos al placer de otros
Para mí el erotismo es un factor importantísimo que tiene que ver con liberar la mente. Mucha de la opresión que tenemos las mujeres parte de nuestro rol biológico y de nuestra relación con nuestro propio cuerpo. El cuerpo de la mujer es un objeto de polémica y de culpabilidad. El erotismo ejerce una función de liberación porque es volver hermoso aquello que nos han dicho que es oscuro, pecaminoso y prohibido. A mí siempre me gusta tratar el erotismo bellamente, no tenemos nada de qué sentirnos avergonzadas y tenemos que sentirnos mejor por ser mujeres, por tener esa relación tan especial con nuestro cuerpo. Tenemos que adueñarnos de nuestro propio placer, convertirnos en sujetos de él y no objetos del placer de otro. / Gioconda Belli.
martes, 3 de marzo de 2015
Sin mentir
Me expulso a la calle. La mirada que no es capaz de ver los miedos me enseña códigos y sobrevivo otra vez.
Mi cara es la de siempre pero sucia. El corazón, neurótico.
Síndrome de debilidad que pregunta si me sobra algo de todo lo que invento.
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Unas pocas palabras salvan. Siempre igual, y aún me sorprendo.
Alas negras que me empujan hacia donde caigo parada, y ahí se vuelven blancas. Qué bien, aunque duele.
Donde sólo había que encontrar la puerta entre los dos lugares
para estar.
MabelBe
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