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viernes, 27 de abril de 2018

Por ejemplo

Naciste en la libertad de la aventura al reflejo del fuego. Por sobre el resplandor de la mirada y la sal del mar en la piel a la noche, mirando con cariño joven a lo que era y estaba, descubriste que te fuiste quedando en el momento en que te reventaron el amor a patadas. Después de que te manosearan varias veces el alma dijiste nadie entrará aquí, y te pusiste firme.
Oferta incierta de alguna posibilidad que se vuelve indiferencia y contagia su opacamiento. Todo, hasta el sí mismo es ajeno. Volverse bruma que condensa los poros, y ya no poder respirar, maldición. Ser una estrategia de vuelo en una gallina. Esperar del Club med todas las felicidades del mundo.
Basta de daño repetís mientras querés dejar de creer en lo que no sucede. A cambio de no poder hacerlo, el parque alquila compañía para fin de año con su chapuzón refrescante. "Horizontal de cordura ensayada" escribió la loca de tu amiga un día. Hoy ya sabés que las promesas al vacío son basura que se vuelve en contra.
Barrio cerrado: estar con los pares no tiene precio. Pero necesitás salir del entorno y reajustarte. En el entorno sos una sombra de ridiculez, pero hay abrigo, aunque sólo hay abrigo. Pero, pero, pero. Te cansás de ser el trofeo que tu fantasía quiere, y el que tu mezquindad mantiene a distancia. Caramba, pertenecer exige que el corazón sea estrujado.
Ser el Blackberry, la libertad en la mano. Estrellar la emoción en el piso cuando lo que no pasó ha desaparecido. Por lo irreversible de la entropía, no querés que vuelva a ser restregada tu piel al punto de la rotura, mientras una sincronía exacta en citas de belleza poco profunda es la marca del mejor tiempo compartido.
Y el ave que se inclina tiene los mismos poros cansados que tu ancha nariz. Desde la agonía de un rostro sin suerte apenas podés sostener dos ojos que se contentan con husmear por un minuto ésto. Claro, caes en la cuenta de que la comunicación no es sólo de ida. Claro, pero hay que salir del momento. Si no se abren las alas de la verdad, el fuego se apaga, como la aventura. Como la felicidad. Hola.
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MabelBE

viernes, 30 de marzo de 2018


Un espacio resistente

Ser, como el martirio o la orientación, una parte de la propia mentalidad que fluye a través de las palabras. Pero a veces algo que no se ve venir sucede. Entonces, abrirse paso entre la carroña como una roca de ternura desplazándose hacia el alivio.

MabelBE

sábado, 3 de febrero de 2018

Y así


Imaginate acostumbrándote a la indiferencia que congela
momentos tristes de inviernos indefinidos
hechos de navidades en las que nunca quisiste estar
y que el instante en que te das cuenta
vuelve
para regalarte un seguro médico por cada familiar
y que otra vez se va, en sí mismo, olvidando encima tuyo
un vacío nuevo.
Imaginate caminando las lajas rotas del patio de tu vida
entre preguntas
sobre como será un combo simultáneo de comprensión, exculpación y abrazo
o sobre la potencia del no querer
o en qué mierda que todo es tan fugaz.

MabelBE
Mas o menos igual

jueves, 18 de enero de 2018

Un espacio caramelo


Vestirse de acontecimiento, promover sonrisas, caminar calles donde el amor dejó tirados sus pétalos. Lo ajeno adentro de lo propio en un rincón. Ser presente a punto golosina en el condicional indicativo de un tiempo difícil.

MabelBE 

lunes, 27 de noviembre de 2017

Niña de vidrio

Niña de vidrio, acorazada con los arcoiris de las flores en medio de un jardín de miedo y nostalgia. Mundo donde es posible hablarle al simismo del desenlace de la noche de estrellas borradas. Universo con un farol enfrentado al tiempo y a las heridas. Entrar en cada una de las luces y lagrimas que saben exactamente que decir y que abrazan. Diálogo con lo esencial del cambio, entre lo perdurable y en el  instante en que se revelan todos sus abismos ocupados. Sentir la vida de sus versos y que no importe si es cursi la mirada de corazón. Niña de vidrio, con distintos rostros del amor, levantándose cada mañana para hacer un amanecer mas o menos perfecto en la ventana. /Crítica Ebelina.