y en ese instante
con los ojos mirando cómo descansa sin apuro
su mano en mi mano
me pide que le regale una de las sonrisas
que lo empujan a vivir entre mis cosas
asi dice y desde eso, tan temprano, pocas horas, todo
se ha vuelto más fuerte
en la habitación el incienso abunda
y a la par, despierto me transcribe
en no sé qué parte del alma
un sello indeleble, especie de brisa
que brota de su piel
y desconcierta
MabelBe