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miércoles, 22 de noviembre de 2017

Ebelina 01



- No es facil esconderse en una casa sin rincones.
Esiquio me ve aparecer, y sabe que no puede cambiarme.
Me cede un laberinto de calma para que me alimente
con penas.
Cuando Losquenuncafaltan me ven aparecer me ofrecen
un puente precario para soñar
o para soñar para vivir.
Tengo a mi lado la invisibilidad del Trébol,
y a veces al A-migo.
Luego, Agitanado intenta recuperar su pasado de imagen,
cierra el portón
que me recluye en un poster. Logro escapar
sentada sobre la primera de mis magias.
Cuando el Conglomerado de los Trece y Cualquiera me ven
yo llevo una carga de rencores ajenos
bajo las zapatillas, entre los fluidos de mi vestido de verano.
Y mi piel repele cambios.


Caminando con dificultad los jardines, casi sin poder respirar, con sombras acompañando las alas, me alejo hasta el agujero de la montaña que comparto con Ebelina, donde nunca necesito desaparecer.
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® Mabel Bellante, 1995

lunes, 9 de octubre de 2017

A.- El ente que siempre está aparte, y siempre presente

A mi poesía desordenada, un día llegó un vampiro al que todavía hoy trato de convertir en ángel cada vez que el amor se acomoda a su azul sinuosidad, y dejo que se bañe en mí. Bueno, bueno, no es para tanto, dice la voz repetida de mi poesía desordenada, que está tirada en el pasto verde, con el sol rebotando en las rodillas. Que no hay final y que no le importa mi tristeza. El tiempo le pide permiso y como siempre obediente de misión obsoleta, se apura a contestar que sí. La muy bruta. Quiero cachetearle el brazo. A ver si ésto cambia alguna vez, pienso suavemente o locamente, cada vez que la situación se me escapa por una azotea estrellada o se filtra en mis propios embustes. Fue un impacto el primer verso. Al terminar el segundo seguí en su ritmo de silla o de guirnalda entre crueles renovaciones de hipótesis. Afín a los tiempos, se ha vuelto suplente de sí misma como una bacteria que creció en la sorpresa de verse crecer y su redundancia se perdió en un punto de vista cualquiera justo cuando la lluvia venía con la palabra necesaria. 

El ente que siempre está aparte, y siempre presente / MabelBE

   

domingo, 24 de septiembre de 2017

Afecto primaveral/animal

Otra vez la primavera, pero cambiada, se la ve como a una nueva estación que borra tiempos tenues. Primavera sin descanso. Afecto fuerte. Los animales lo saben porque no usan los tenues. Muchos humanos no lo saben. 
Lo tenue les es tan necesario, que puede llegar a emocionarlos, aunque a veces acompañe a las mentiras. Lo sé por experiencia. Muchas estaciones emocionan, pero ninguna tanto como la primavera.
Muchas mentiras emocionan. Y son mentiras. Aprendizaje de septiembre, cuando me vi más tenue de lo que suponía en un país gris de abandono.
Los animales no van hacia la gente que necesita afecto, a lo casi apagado. Van hacia la gente que sabe lo que es el afecto, lo que no es tenue.
La mentira es una especie de descanso mal entendido en el espacio de los animales. Por eso busco alejarme de lo tenue, me devolvieron esta primavera y entendí que el tiempo y las estaciones tampoco son importantes. Por eso admiro a los animales.


MabelBE
[podrán cortar mil flores...]