- No es facil esconderse en una casa sin rincones.
Esiquio me ve aparecer, y sabe que no puede cambiarme.
Me cede un laberinto de calma para que me alimente
con penas.
Cuando Losquenuncafaltan me ven aparecer me ofrecen
un puente precario para soñar
o para soñar para vivir.
Tengo a mi lado la invisibilidad del Trébol,
y a veces al A-migo.
Luego, Agitanado intenta recuperar su pasado de imagen,
cierra el portón
que me recluye en un poster. Logro escapar
sentada sobre la primera de mis magias.
Cuando el Conglomerado de los Trece y Cualquiera me ven
yo llevo una carga de rencores ajenos
bajo las zapatillas, entre los fluidos de mi vestido de verano.
Y mi piel repele cambios.
Caminando con dificultad los jardines, casi sin poder respirar, con sombras acompañando las alas, me alejo hasta el agujero de la montaña que comparto con Ebelina, donde nunca necesito desaparecer..
® Mabel Bellante, 1995