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jueves, 26 de junio de 2014

Diccionario

Hay tantas cosas que nadie puede hacer por mí: sanar, enfermar, pensar, morir, comer, observar, odiar, sufrir, apreciar, imaginar, amar. Figuraciones que se vuelven genes incapturables y planean hasta desparramarse alrededor de una planicie de energía. Sensaciones que se vuelven sentimientos, cuando nadie más se da cuenta de que algo así está ocurriendo.

MabelBE

jueves, 12 de junio de 2014

Sor Juana en sus palabras


Suspendidas en la noche se eternizan las ruinas, 
en tu nombre y en el ardor de tus continuos intentos.
El pincel que forma el número, el tamaño y la fortuna
es cuantidad inmensa y atrevida, estandarte trémulo,
visión de las auroras que no pueden lo intuitivo.
La costumbre de seguir dando lucha a todo lo criado
está en tus ojos que, débiles, deslumbrados,
al no discernir que el castigo es tierra que camina,
hacen cumbre en su vuelo y en tu prolijo desvelo.
La gloria es estrago, recia lucha de fantasmas
en un mundo iluminado donde el saber es luz cierta
y el día, que en un mismo esplendor se desvanece,
ante tu sombra de alas, se despierta y despierta.


                                                                    MabelBE



martes, 3 de junio de 2014

Ebelina 32


El A-migo tiene a una especie de fraterno en Esiquio.
Es así su elección. Otra garra, o un consuelo…
Sus otras elecciones posibles: las bóvedas
astutas pero fácilmente reseñables,
que hacen temblar territorios
ante la sola cercanía de semejante cooperación.
También la disfonía, el disfavor, los disfraces disimétricos.
O los lugares desiertos de la disfamia, tan cruel.
Tanto dis, tanta entraña llena de óxido,
juego de palabras entrañando otras contemplaciones.
Esiquio y A-migo invariablemente miran.
Sus miradas de vaca ponen límites a los diagnósticos apresurados
Están presentes los disparadores disimulados y el terror
en mi intuición, displicente, usual y femenina,
que intenta llenarse de amuletos
por las dudas.

Otra escena que finaliza en el comienzo. Esiquio mirando. El A-migo mirando. Al lado, Ebelina, que sonríe a todo ensayo y a todo hecho. Lo demás: extras.


® Mabel Bellante, 1995