Al principio no se siente nada.
Está roto el encanto conocido, mejor, era incómodo.
Nunca decidí un día dejar de creer
en lapsos interminables de primaveras suaves, enajenadas, bruscas, felices, coloridas
hasta que en los ojos estalla la mirada
Nunca decidí un día dejar de creer
en lapsos interminables de primaveras suaves, enajenadas, bruscas, felices, coloridas
hasta que en los ojos estalla la mirada
y el reloj vuelve a caminar, sigue la letra, subo.
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MabelBE /AKASHIA. Ojos abiertos