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miércoles, 17 de agosto de 2011

Agua viva

No hago confidencias. Antes, me metalizo. Y no te soy ni me soy cómoda: mi palabra estalla en el espacio del día. Lo que sabrás de mí es la sombra de la flecha que se clavó en el blanco. Sólo pegaré inútilmente a una sombra que no ocupa lugar en el espacio, y lo que apenas importa es el dardo. Construyo algo exento de mí y de ti –he ahí mi libertad que lleva a la muerte... Quiero longitudes. Mi salvaje intuición de mí misma. Pero lo mío principal está siempre escondido. Soy implícita. Y cuando voy a explicarme pierdo la húmeda intimidad... Mi libertad pequeña y encuadrada me une a la libertad del mundo -¿pero qué es una ventana sino aire enmuldurado por ángulos rectos?. / Agua viva. Clarice Lispector.