.


sábado, 16 de diciembre de 2023

Circunvalación de indiferencia y cura. 01


Dolor, sensibilidad y distancia, se unen y son un gran boicoteador que monopoliza los días y el pensamiento, que se acerca al espíritu para dejarle esa mugre que sólo sabe expulsar. Pienso que soy una persona no muy inspirada. 
Una epifanía es una manifestación, una revelación. Me pregunto por su alcance, y qué significa para mí, mientras el agua me salpica los ojos con voces de aroma seco, como hojas de libro leído mil veces sin entenderlo, como cada mareo de libertad, como esas ideas tan románticas como débiles. Se puede decir que triunfa el estilo, porque no se puede escrutar la sustancia, y así termino de lavarme la cara. Un nuevo día comienza. 
Hay calles que se bifurcan en mi cerebro. Como un árbol o un mapa, puedo ir y venir por las ramas, y volver a mi camino y sus modos, nunca con completa seguridad en lo elegido. 
Hechas añicos en la toalla, esas gotas nubladas, que ya no conocerán el rocío, inventan relatos chamánicos, enredados entre signos de admiración y pregunta. No saben para qué. Ni qué, ¡si supieran que sólo es rabia! 
Inventan un temor desapercibido con ríos crueles y subterráneos que intentan abrir geometrías para que triunfe la escarcha. Así es, esas gotas tocaron mi cara, y ahora espero que se mueran bien muertas antes de que me ensucien. 

 Circunvalaciones / mabelB

viernes, 3 de noviembre de 2023

El desayuno naranja

Cortaba la naranja y el ácido saltaba a sus ojos, los cerraba pero parecía seguir viendo desde otro lugar.

La mayoría de los días, su brazo -en un gesto involuntario- hacía volcar el mate. No sé por qué seguía poniendo todas las cosas del desayuno en el espacio que quedaba libre en la mesada, entre la esponja y el detergente, el trapo, la bombilla... Las semillas de anís, las cáscaras secas de limón y el hibiscus cayeron al piso, junto a la yerba. Y la misma puteada silenciosa de cada mañana. Aparecía Tony, caminando por la puerta con su pregunta en la mirada. Ella le contestaba que en un rato le daría un poco de queso blanco. La observé miles de veces, cómo iba a buscar la escoba, barría doblando el cuerpo en estilo contorsión y llevaba la palita al tarro de la basura, donde terminaba el boicoteante ritual de los inicios cotidianos. La naranja, partida en dos, esperaba pegada al exprimidor.

Tony insistía dando vueltas, con sonidos cortos, entre sus piernas, ese amor de gato siamés… El jugo en ayunas es sagrado desde que tengo uso de razón. Que la vitamina c, que el efecto antiinflamatorio, que es la reina de la aceleración del metabolismo, beneficios por todos lados. La costumbre continuaba con el lavado de sus manos en el baño; volvía oliendo a jabón y continuaba con la preparación del mate, la nobleza de la madera se oscurecía en la parte de abajo, porque sus dedos volvían a mojarse con los cubiertos que habían descansado toda la noche sucios en la bacha. A mi madre le daba pereza dejar la cocina despejada para el día siguiente.

Tomaba el jugo que me alcanzaba, algunos días me hacía hacer un gesto, igual de involuntario que el movimiento de su brazo un rato antes, por el amargor. No importa, me decía, tomátelo todo de una vez.

Lo que seguía era pelar la cáscara y colocar los trocitos a secar al sol, en la ventana por donde entraban los primeros rayos, que en verano eran insufribles y en invierno muy deseados. A veces me tocaba llevar a cabo esta parte del proceso, lo detestaba pero como nunca ayudé en las tareas de la casa, me imponía hacerlo, sobre todo cuando quería que me comprara algún juguete o alguna ropa más tarde.

Las naranjas fueron parte de mi vida, hasta el día de hoy, ahora corto las más perfectas por la mitad, las ahueco y las tengo de alhajeros donde guardo los anillos. Hay noches en que sueño que tengo el mismo patio de mi niñez (estaba colmado de higueras, plantas de menta, mandarinos, limoneros, un sauce llorón enrulado y muchos naranjos), pero en otra ciudad, con muchas plantas llenas de pelotas rugosas y duras, de todos los tonos anaranjados posibles, algunas caídas en el piso. Lo veo al Tony oliendo cada una, y empujando a las más chiquitas para jugar, corriendo de aquí para allá.

Nunca tomé jugo de naranjas comprado, lo tengo internalizado a fuego como un sacrilegio, algo tan artificial como ajeno, que va!. Y son contadas con los dedos de una mano las mañanas en que no tuve estas frutas en la heladera para el desayuno.

Mi madre ya no está, el lugar de los frutales se vendió hace años, pero las naranjas continúan en mi vida. Y cuando tenga el patio de mis sueños, lo primero que haré será enterrar las cenizas del Tony bajo el primer árbol que plante, de ahí van a salir mis desayunos hasta que sea yo la que me vaya.


MabelBE


viernes, 13 de octubre de 2023

Defensa 01


.........................Como el cáncer es un nudo

de sustancias olvidadas, casi ahogadas en algún lago interno,

doloridas, abrumadas, creciendo sin un control,

.........................hay que ir a las nuderías profundas

............      y, lleve el tiempo que lleve, disolverlas

.........................  para evitar la dureza celular de lo que no fluye.

Desde ahí, sólo subir

hasta sentir el viento que sopla en la superficie y mueve el agua.

.........................

En una maravilla, términos como "milagro" y "liviandad”

aparecen en el pensamiento, en el discurso, y en el aire despejado 

..................................................de este colorido proceso

.....donde la templanza se recupera en el duelo final.

Si vencés, sos una porción de felicidad

que sabe que el sol latirá en el aire.

.........................

Tu alma respirará un desarraigo que no duele.


Superada la enfermedad 

................................/ que hay muchos tipos de cáncer /

una sonrisa, de color eterno en los recuerdos,

..........forjará una ternura rara con la fuerza del allá

.................................................................en tus sueños 

........................................v...................................liberados.

................................................................................................Si no,

................................seguí con tu siguiente deseo a cumplir.

                                              


                                                                                              MabelBE

jueves, 14 de septiembre de 2023

Borges. La noche cíclica

Lo supieron los arduos alumnos de Pitágoras:
los astros y los hombres vuelven cíclicamente;
los átomos fatales repetirán la urgente
Afrodita de oro, los tebanos, las ágoras.

En edades futuras oprimirá el centauro
con el casco solípedo el pecho del lapita;
cuando Roma sea polvo, gemirá en la infinita
noche de su palacio fétido el minotauro.

Volverá toda noche de insomnio: minuciosa.
La mano que esto escribe renacerá del mismo
vientre. Férreos ejércitos construirán el abismo.
(David Hume de Edimburgo dijo la misma cosa).

No sé si volveremos en un ciclo segundo
como vuelven las cifras de una fracción periódica;
pero sé que una oscura rotación pitagórica
noche a noche me deja en un lugar del mundo

que es de los arrabales. Una esquina remota
que puede ser del Norte, del Sur o del Oeste,
pero que tiene siempre una tapia celeste,
una higuera sombría y una vereda rota.

Ahí está Buenos Aires. El tiempo que a los hombres
trae el amor o el oro, a mí apenas me deja
esta rosa apagada, esta vana madeja
de calles que repiten los pretéritos nombres

de mi sangre: Laprida, Cabrera, Soler, Suárez...
Nombres en que retumban (ya secretas) las dianas,
las repúblicas, los caballos y las mañanas,
las felices victorias, las muertes militares.

Las plazas agravadas por la noche sin dueño
son los patios profundos de un árido palacio
y las calles unánimes que engendran el espacio
son corredores de vago miedo y de sueño.

Vuelve la noche cóncava que descifró Anaxágoras;
vuelve a mi carne humana la eternidad constante
y el recuerdo ¿el proyecto? de un poema incesante:
«Lo supieron los arduos alumnos de Pitágoras...»

domingo, 27 de agosto de 2023

Walk off the earth

Los perros de Hashima y el lago Bled

Siempre hay un perro al lado de lo que va dejando de importar, de lo que se vuelve más duro cuando no aparecen alternativas. Ni hablar de la nostalgia que producen las sombras de los árboles sobre el campo al caer de la tarde. No son felices ni en la niñez. Nunca quise estar en esas agonías de la hermosura cuya principal característica es la ajenitud. Será por eso que busqué ser como la isla sin nombre del lago Bled. En el alma me quedó grabada su forma de lágrima, que me recuerda a Hashima.
Yo hago latir la capacidad de ver vegetación rugiente, de músicas y sonidos conviviendo entre la voz humana, bajo techos siempre recién pintados y niños que arrojan piedras y risas desde la orilla.
Esta Hashima sin la irrealidad obtusa de silencios diminutos se ubica en el Bled, y sube por la escalera que ocupa gran parte de su suelo y bienvenida, ya sin la inutilidad del cuento de hadas pero siempre con un perro, compañero de la intemperie.
Es duro, más lo que cuesta reinventarse después, cuando no están las alternativas debidas. El dolor de vivir en el inconsciente colectivo. Ni hablar de la nostalgia que producen las sombras del atardecer en los árboles del campo.
Que suerte que existan los perros.

MabelBE

Smile

viernes, 25 de agosto de 2023

Correctivo


Como la nobleza sádica del siglo diecisiete
se te sale de órbita la inteligencia
y tus ojos no pueden esperar
a sentir otra vez espasmos de crueldad
mirando formas variadas de sufrimiento.
Así vas llegando a donde la fe es fuerte
y entre desubicaciones, impunidades e idioteces
seguís sin enterarte que padeces del síndrome de Hanff-Doel.
Querés resolver la malformación. Desapareces, creés
que ganaste una lucha.
Siempre me pregunto cómo haces con la impotencia.

Lo bueno es que en este punto no hay desrealización.
Sabés que esos viajes al paraíso nunca llegarán
y no te importa. 
Ajeno, perdido, sos un espíritu que anda haciendo de las suyas.
Llegué a esta conclusión
gracias a unos cuantos
gorilas, conejos, viborones, misóginos y misandristas
que, como vos, se acostumbraron a hacérmela difícil.

Cero hermetismo. Combatir
no es la actitud para triunfar en la vida.
Obligada a defenderme, cuando
me usan la dignidad para agredir
enarbolando mi propio lenguaje
como el único enfoque de transmisión, comprendí.
Podés creer mi buena suerte?: nunca
pierdo el norte de la esencia.

Andás haciendo de las tuyas
y no soy la única que conoce
cual es la actitud para pisar el paraíso.
Atenete. Todo lo que desees se cumplirá 
en vos.

MabelBE

martes, 22 de agosto de 2023

Caverna azul


Esta escolta de lunas y lloviznas
dibuja espacios, como ramas que bucean
en la oquedad azarosa de lo ausente.
Mi mirada se expande y te enraiza
adentro nuestro o afuera de un abrazo
que roza frutos del árbol sumergido.
Tus nociones regresan a encarnarse
en una sombra común que no comparte
burbujas ni brotes ni temores.
Caverna única. Azul. Que gesta grutas
y se vuelve sustancia transmigrada
por vaivenes intensos de palabras.
Este clima de niños en su juego
es un cielo viscoso sin peligros
que carece a la vez de piel y venas
en la oquedad azarosa de lo ausente.
.
.
MabelBe

The smashing pumpkins

Juego 08

En el cielo no se podía volar. Hechos del mismo barro, cada uno en su molde, trabajábamos mejoras en las flores de las grietas. Hasta que un proverbio sin ojos escupió lágrimas largamente guardadas, y el lugar se volvió ciénaga.
Ahora en el barro hay más barro y un presente regado de piedras. Una muestra del futuro desde donde en breve se podrá contemplar el estancamiento de las alas al atardecer, con un original toque de pétalo disecado.
La nueva especie ha nacido y busca adoptar lo que aparezca. Huyamos arrastrándonos.

.
Juegos / MabelBE

viernes, 7 de julio de 2023

Michael Longley - Autocuración

Yo quería enseñarle los nombres de las flores,
autocuración y centaura; en la gran finca 
donde nunca pasta el ganado, asfódelo de ciénaga. 
¿Acaso podría yo haber amado a alguien tan fuera de quicio 
y, como dicen, haberle dado alas? 
Había dormido en cuna hasta los doce 
por ser tan infantil, me supongo,
 o por falta de cama: ¿acaso su padre no había 
perdido todo en el juego menos el pastizal juncoso? 
Parecía tener el cráneo cincelado como una cuña 
sobre los hombros, y la espalda jorobada, 
lo cual le daba un aire casi académico. 
Pero no podía recordar las cosas que le había enseñado: 
cada nombre flotaba sobre su flor 
como una mariposa incapaz de posarse. 
Ese día desfloré una tragontina 
para dejar en libertad a los mareados insectos. 
Con delicadeza deslizó la mano entre mis muslos. 
Me dio miedo; y aún no sé por qué 
pero salí corriendo, bañada en lágrimas, a contárselo a todos. 
Me enteré de que todos los días de aquella semana 
lo azotaron con una vara de endrino, y luego lo amarraron 
en el henar. Yo podría haber sido la vaca 
a la cual habría descolado después con cizallas, 
y él el carnero enredado en alambre de púas 
que mató a pedradas cuando lo dejaron libre.


martes, 27 de junio de 2023

Así sentía



Le lastimaban muchas cosas,
lo que salía de su control, la libertad.
Se asustaba,
se enojaba,
se tensaba.
Su mirada despedía
una satisfacción oscura al sentirse aniquilada,
Tan sensible, fuerte, tosco, retorcido, su gran miedo
se volvía silencio que decía lo pagarás.
Qué impresionante falta de simpatía.
Yo temía a ese empujón de viento helado,
su odio fuerte de vacío suicidado,
que tantas veces me redujo a pedazos de derrota.
Y salían de su interior
energías de pájaros negros con alas y picos filosos,
de todos los tamaños, malos, malos.
Sabía que lo siguiente era soportar el retroceso
de un ciclo sisífico sin porqués.
Así vencí caprichos caros,
mi cuerpo por momentos
pareció puesto para sostener 
las piedras que venía a romper.
Ese fue su poder terrenal
sobre mis intentos alados de perdón.
Y así, cada vez
menos cosas
me duelen.

MabelBE
Mas o menos igual

sábado, 3 de junio de 2023

Proceso de olvido

Otra vez esta parte del camino
en mis pasos que caminan
el paisaje.
Casi una pampa, el olvido donde
el alma 
va a volver a trabajar.

Vuelvo a sombras de rencor
que la semántica olvida
por su energía nublada.
Las asusto, corren
por el descampado, con su forma de 
pluma 
y esa ceremonia silenciosa
que fastidia los ovarios.

Estoy pensando en matarlas.
Será en algún desayuno
mientras dibujo corazones con la miel
cayendo
en el mate.
Desaparecerán con el último ruido de la bombilla.


 MabelBe