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miércoles, 24 de enero de 2007

Intrínseco

Y ese nihilismo -virus que matiza el dogma con desórdenes de diferentes colores- hace confundir actitudes de justicia con el helio del ego... Pero las carencias no pesan, se habla un idioma con significado extraño, es sólo eso. Un supuesto, un sentido, un sostén, un propósito, se vuelven indiferencia tras el susto por la suceptibilidad moral detonada en el semblante: un estallar de pimpollos. La violencia toma diferentes estados, camaleónica hasta el absurdo mientras se busca escapar de sus abusos, tenue y persistente como el dolor de muelas de la tristeza, consecuencia desgajada de humorismos ahogados en arrogancia, recubierta de oropel como el bufón de alguna parasitaria familia real del pasado, descarnada en la frustración de lo que se decidió no ser, destructiva y negligente apañando a la autoridad de los decretos, en un capullo... Como nos guste más o a cual nos acostumbramos con mayor facilidad, según sea la textura es la estación que rodea, así vivimos, empapados en el lío, respondiendo, recomenzando... Tema con opciones que admiten réplicas infinitas adentro de este mundo.

MabelBE

lunes, 22 de enero de 2007

Heidegger

Hay dos tipos de pensar, cada uno de los cuales es, a su vez y a su manera, justificado y necesario: el pensar calculador y la reflexión meditativa. El hombre de hoy huye ante la última. Se aduce que la mera reflexión pierde utilidad para acometer los asuntos corrientes, siendo demasiado "elevada" para el entendimiento común, que no aporta beneficio a las realizaciones prácticas. De esta evasiva sólo es cierto que el pensar meditativo exige a veces un esfuerzo superior y largo entrenamiento. / Martin Heidegger. Serenidad.

miércoles, 17 de enero de 2007

Despierto


y en ese instante
con los ojos mirando cómo descansa sin apuro
su mano en mi mano
me pide que le regale una de las sonrisas
que lo empujan a vivir entre mis cosas
asi dice y desde eso, tan temprano, pocas horas, todo
se ha vuelto más fuerte
en la habitación el incienso abunda
y a la par, despierto me transcribe
en no sé qué parte del alma
un sello indeleble, especie de brisa
que brota de su piel
y desconcierta

MabelBe

lunes, 8 de enero de 2007

Ebelina 02



Ebelina necesita oir y oirse.
- Recuerdo aquel día, cuando el padre…
- ¿y ustedes?, cuenténme un cuento.
- ¿No?
- ¿Si?
- ¿Hay alguien?
Las palabras se golpean unas contra otras.
Finalizan los choques sobre su blusa de luna, sobre su voz
sola.
Quiere. Pero no se existe a su lado.
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Así se deciden los retornos, con velos de tiempo rasgado, con la eternidad en el espíritu.
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® Mabel Bellante, 1995