.


viernes, 6 de diciembre de 2024

El poeta danes




Filosofìa agramaticada

Desde mundos oscuros y juveniles
se diluye en sus propios sueños
y en la indiferencia del coraje.
Gota, el ciático, reflujos.
Un rincón tanguero del destino
en la esperanza de que sus pies
volverán a a ser camino.
Las etapas, los procesos, le distingo los dolores.
Me ubico en sus porqués.
Un pedazo de su melancolía está en mi corazón.
La bolsita de semillas
que tiene en el bolsillo
huele a lino y a chía
y rescata el tiempo de las cosas,
sin que importe la hora o el momento.
Si es una burla a la adjetivación de su especie
importa poco.
Estupor, holograma del ochenta, hastío.
Es un rompecabezas mal armado
o un poema-grano de su generación.

MabelBE


martes, 3 de diciembre de 2024

Sol adentro, y los jazmines

siempre sirve de algo estar despiertos
sobre el alba desnuda de la almohada
destacando la estrella más guardada
que descansa al final de los desiertos
mágicamente es que retoma el cielo
ese estilo liberal de hacer el bien
genio espejado: no preguntar ¿qué? ¿quién?
y en la mano siempre abierta, un caramelo
así se agrega a los ojos la infancia
van los pies juntos, aventura y viaje
alados pies sedientos de paisaje
hacen que todo vibre de abundancia
fetichismo, luz de comunicación
savia expansiva de una dulce historia
qué fiel ronda la vida sus memorias
una sonrisa en el último renglón
pero al brote también sirve de mucho
descansar en el tiempo del descanso
dejarse llevar por un río manso
cuyas gotas son el eco de `no lucho´
permanecer sentados la ladera
de la montaña azul, luz que silencia
desparpajo, que en los ojos es cadencia
y, entre el latir, el ave y la pradera
respiran sueños de una noche trunca
¿que tipo de música eterna
será la que destine y que nos una
en el centro de un día, cualquier día
conmovido y cotidiano, o desangrado
el concepto de poesía sempiterna
decretando un tibio sol
sin marcapasos
alentando a un sol florido
con aroma a jazmines, margaritas
cuando el influjo azul de un meridiano
provoque una mañana en la caverna?



MONÓLOGO/MabelBE

Sintagma























Que la voz se respalde en los conceptos de contradicciones ambiguas, estampidas
y poemas gráficos
que hacen salir de tema.
Que el merodeo del nombre, o frase, o del fantasma de la letra principal
me vuelva palabra
...........un 'yo soy' que me cancela
y su magia a la deriva.
La superficie se vuelve dejadez. Un sustantivo loco deja abiertas varias puertas en las calles sin abrigo
para refugiar al silencio
cuando deje de preguntar.
Dejo, por mi parte, las nociones que no disciernen lo indócil del lenguaje,
preocupadas por sí mismas. Y dejo 
que ese elemento
siempre cerrado
...........del que no se entiende su por qué
mande un torrente de contraparte vital a la propia reflexión.¿Que clase de palabra ronda?,
¿cuál es el riesgo, la gramática, de qué está hecha la voz?.
Tantas leyes que me expulsan de sus textos
con el deseo de que quede en la nada
y sobreviva.
Mientras, soy opaca y clausuro al universo que busca estrangular sin que nadie se de cuenta. Explico y describo. No estoy cómoda en este caos.

Que el punto de fuga combine con la estructura 
de una narración azul, en plena
representación del movimiento de la chispa, de la escena. Y que en la calle, con la luz saliendo y entrando de los diálogos, otro movimiento, de sonido más puntual
atraiga todas las sorpresas pequeñas:
...........silencios adentro del sonido, mínimas grageas
...........
de intriga, extrañamientos alojados en espejos,
a la combinación jerárquica
del armado sintáctico del alma
y su ciencia personal.

MabelBE
 serie DESEO

lunes, 2 de diciembre de 2024

Sombra de noche bajo el paraíso


Un hombre llega cuando se está terminando de completar la penumbra primaveral que se percibe en el aire. El aroma de las flores del paraíso puede casi tocarse, su peso rodea el cuerpo de esa mujer, inclinado como acompañando la caída de cada cabello roto. Antes de mezclarse y desvanecerse entre los naranjas y lilas, el azul ausente de los pétalos en el piso emula a una mirada de hace mucho tiempo.
Obligado por la brisa a punto de descomponerse en el atardecer, se sienta para mirarle los gestos mecánicos que organizan el vuelo de dientes negros. El peine aparece y desaparece entre los enredos de su alma, y ella, sentada, con esa postura ida tan suya, recorta sombras sobre el vestido generando violetas que se pierden. Él, intimidado, la siente como un mundo adonde nunca podrá ingresar, se le hace más fuerte adentro. No sabe cuándo comenzó la noche. Los chasquidos retumban en el cielo y en el pecho, sin diferencia alguna.

MabelBE

domingo, 1 de diciembre de 2024

Que hay que perdonar


Se va una parte de vida,

escurridiza, seca, tierra vieja,

que desgajó los caminos,

convivió con mi destino

y lo que más quería era bailar, 

Poco antes de morir

comentó entre silencios

que fue un otoño sin magia,

sin remedio, algo perdido.

Pero que ya terminó, anuncia.

Sus moles de silencio

fundían el aire punzado

hasta hacerlo cascote de tristeza.

¡Tantos años respirando

esos entes de nostalgia!

¡Yo hubiese querido

sentir su felicidad!

Desleída, sin ver la desventaja,

los secretos y fantasmas 

comían mi desayuno.

Los días desaparecían

y, en mi corazón ingenuo,

la hostilidad de sus ojos

fluía quieta

en metódica disolución.

Así se volvió problema intenso,

escurridizo, seco, tierra vieja,

que siempre me hace llorar. 

Y ahora me está diciendo 

que primero no supo y que después no pudo.

¿Cómo me saco del alma

este vacío inyectado 

que me torna sepultada?

Esa tristeza, tan suya,

hace días que está de visita.

Y cuando se pone al lado

me duele adentro la niñez.

Lágrimas que saltan, una, otra, apuradas

o veloces, tac tac tac

sobre el vidrio de la mesa.

Me pide que le perdone la impotencia vital, 

su desconfianza infinita,

el no haber bailado.

Que no supo, repite

que no pudo

y se va.


MabelBE