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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Embriaguez

Las personas embriagadas por la jactancia de su juventud suelen sentir rechazo hacia la gente anciana. Los hombres embriagados por el orgullo de la salud sienten aversión por la gente enferma. Y los seres humanos, embriagados por el orgullo de estar vivos, aborrecen la muerte. Pero al apartar la mirada de la vejez, la enfermedad y la muerte, que son parte de la realidad, estamos negando nuestro propio futuro y nuestro destino inevitable. / Develando los misterios del nacimiento y la muerte. Daisaku Ikeda.

4 comentarios:

  1. Es que es duro vivir aceptando todo eso. Vivir como si fueramos eternos. Eso hacemos. y de los viejos y enfermos hacia los jóvenes sanos y bellos no hay aversión, pero sí una sorda envidia, a veces cargada de veneno.
    Es que duele saber que les queda más tiempo y que el nuestro lo hemos dilapidado en cosas sin importancia para encontrarnos al final con las manos vacías, los huesos vacilantes y una carne que se disuelve día a día sin retorno posible. Y solos de toda soledad en una cueva húmeda y silenciosa.

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  2. no te llama la atención que es una constante esa sensación de haber dilapidado la vida en cosas sin importancia?

    me pregunto si no serán necesarias esas cosas, o qué pasa que a todo el mundo le sucede lo mismo

    o es muy corto el tiempo

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  3. Hola Mabel:

    No te había respondido porque creí que eran preguntas retóricas.
    Claro que a todos les debe pasar. Claro que esas cosas sin importancia son las importantes y claro que el tiempo es demasiado corto. Te doy toda la razón y sigo perdiendo el tiempo.
    Un abrazo
    Santiago

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  4. no, nunca retóricas... el tiempo es corto y yo también lo sigo perdiendo

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