Yo también soy de un lugar donde no importa si soy para siempre un
desconocido, y donde probablemente vengo y también huyo del
mundo, y al igual que el tuyo los tiempos son distintos y hay hombres que
por subsistir cobardemente temen leer un poema. Yo también soy de un lugar donde el producto interno bruto se nos
ha olvidado por cantar y bailar, y hay tantos peligros como el no dejarme morir por la soledad de
una muchacha insalvable que no existe ni en los
periódicos. Yo también soy de un lugar donde los trenes nunca llegaron a
tiempo por perseguir a las luciérnagas, y Penélope anclada a la vida zurce las cuatro estaciones para
coleccionar medallas; y sin embargo al igual que en el tuyo la rosaleda del silencio
saltando no tiene nada que ver conmigo, y al igual que en el mío yo te sigo buscando, porque yo no tenía a
más nadie y a quién ver en tu país todas las noches, cuando los hospitales están abiertos y en la sala de espera el
amor es la mejor cura para vivir. / Manifiesto del saurio. Leonardo Zapata Almaguer [tomado de la revista La Iguana].
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