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lunes, 27 de noviembre de 2017

Niña de vidrio

Niña de vidrio, acorazada con los arcoiris de las flores en medio de un jardín de miedo y nostalgia. Mundo donde es posible hablarle al simismo del desenlace de la noche de estrellas borradas. Universo con un farol enfrentado al tiempo y a las heridas. Entrar en cada una de las luces y lagrimas que saben exactamente que decir y que abrazan. Diálogo con lo esencial del cambio, entre lo perdurable y en el  instante en que se revelan todos sus abismos ocupados. Sentir la vida de sus versos y que no importe si es cursi la mirada de corazón. Niña de vidrio, con distintos rostros del amor, levantándose cada mañana para hacer un amanecer mas o menos perfecto en la ventana. /Crítica Ebelina.

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