El estado de ser un obstáculo puede durar también.
-¿Por qué no..?, me permito, mientras
en una foto más antigua que el tiempo de las horas
aguantan las sonrisas. No miden. No socavan. No abusan.
Tesis y antítesis de tantos ensayos sobre la vida.
-Las capacidades no son eternas. Ni los vínculos. Ni las flores en las ramas. Pero perdura el pensamiento o cierta razón, cierto fin, cierta logia de una lógica. En el sueño, un gigante alérgico espera detrás de la montaña. Con cada estornudo, los paseantes escuchan un llanto y se perturban. El gigante no es el monstruo, entonces ya son dos.
® Mabel Bellante, 1995