Al camino, manejando en la ruta de la noche. Andaré en puntas de pie para no despertarme el alma en días como el de ayer, tanto ruido. Al mar, sin la carga de la angustia y su enfermizo aprecio anaranjado. Y volaré, además. Tantos cuándo, los porqué. Cosecharé mis campos. Seré la mismísima dirección. Pensaré como si fuera un paisaje, o aire. Seré guía, cansancio descansando, un sino. Mis cuestiones. Esperándome durante todo un tiempo oscurecido, con un sol entre las manos, con raíces, con heridas. A encontrarme. A mí. Adentro mío.
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MabelBe