La esencia misma del anhelo es lo difícil que resulta definirlo. Se trata de algo que no se posee. El deseo de que venga algo mágico y arregle la vida. A veces eso se parece al amor, o a la nostalgia. A veces es la sensación de no estar viviendo la vida que se debería. Cuando alejamos al anhelo, deja de tener poder sobre nuestra vida. Y es posible valorarlo como a un viejo amigo que viene de visita para recordarnos que aún hay metas a alcanzar. / Wendy Bristow.
je,quien puede ser feliz con un millon si no se lo cuenta a alguien? quien pude contemplar ese cielo en soledad y aun, digo, como poder? se pude, no?
ResponderBorrarhabra que leer el libro de este señor...
y mientras sigamos con el anhelo, y sin él o sin ella... es tan largo el olvido....
Es tan frágil el anhelo.
ResponderBorrarEs tan largo el olvido.
El tiempo superpone escenas,
ResponderBorrardeja cabos sueltos,
nada sujeta.
Los amores nada dejan,
vienen y se van,
nada sobrevive.
Encajo en un diseño inútil,
soy una cifra escuálida,
masa que palpita y delira.
No hay congoja,
sólo el desvarío florido
en que sucumbo
envenenado con mi propia sustancia.
Aturdido,
preso en el devenir de la tristeza,
no encuentro el modo de ser mundano.
Un instante fugaz es el paraíso,
un orgasmo a destiempo.
Bolaños.
Bolaños, entendí en profundidad tu poema.
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