Hay que percibir el poder del peligro cuando es mas fuerte y, sin renunciar, prepararse para dar aire al próximo paso. Tu templo no es el mío. Recién cuando te alejes entraré. No hay invitación, dijimos.
El peligro está siempre, a veces no es fuerte y nos despertamos con el encima o sea...y renunciar puede ser resignaciòn y en muchos de los casos cobardìa. Directo y breve...estocada.Me gusta.
El peligro está siempre, a veces no es fuerte y nos despertamos con el encima o sea...y renunciar puede ser resignaciòn y en muchos de los casos cobardìa.
ResponderBorrarDirecto y breve...estocada.Me gusta.
Muy bonita la foto también, debe ser una gozada comer ahí con ese paisaje...
ResponderBorrarAngel
verdad que si?
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