Saben secretos, sobre las tormentas por ejemplo. O sobre no confundir espacio con objeto. De esa longitud de variantes y modos, despierta y deslumbrada, se trata la vuelta a casa. De ahí los ratos felices, donde no existe si es con tanto o con tan poco. Estado de alma desconocida, tanto ir en contra del viento temiendo temporales que nunca llegan, sin prevenir el aburrimiento de la llovizna suave y que las repeticiones son malditas. Los objetos nunca serán espacio, y los pájaros por algo vuelan.
MabelBE
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