Me expulso a la calle. La mirada que no es capaz de ver los miedos me enseña códigos y sobrevivo otra vez.
Mi cara es la de siempre pero sucia. El corazón, neurótico.
Síndrome de debilidad que pregunta si me sobra algo de todo lo que invento.
.
Unas pocas palabras salvan. Siempre igual, y aún me sorprendo.
Alas negras que me empujan hacia donde caigo parada, y ahí se vuelven blancas. Qué bien, aunque duele.
Donde sólo había que encontrar la puerta entre los dos lugares
para estar.
MabelBe
Duro y real. Puedo verme.
ResponderBorrarsomos dos
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