Ubicado en el horizonte de una extraña historia, mi cuerpo fue despertando. Entre las secuelas de tanto tiempo siendo fracción abrazada por sombras que intentaban que no volviera, muchos miedos fueron olvidados bajo el poder de los deseos propios. Ahora observo las estaturas y fijo límites. Lo que antes era alto ya no lo es. Almas extraviadas en una pantanosa tristeza se alejan de mí. No necesito mandar cartas. No necesito escuchar voz alguna. Para renacer debo, primero, morir a lo que nunca he sido pero que creí ser, y entonces volver, desde un lugar al que casi no sobrevivo.
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.MabelBe / AKASHIA. Ojos abiertos
Me encanta, es algo que siempre quise escribir y nunca supe cómo, gracias.
ResponderBorrarUn saludo, Sonia.