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domingo, 23 de marzo de 2008

Adentro es afuera


Alejados, adentro del cuerpo, los suspiros y su escarcha buscan borrar inestabilidades de los ojos. Altos, y no elevados, necesitan dignificarse mientras viven, flameando y esperando que algún recodo del destino les inyecte valentía.
Yo digo que es preferible ser sin estar a estar sin ser, y que elijo el desvanecimiento a cualquier tipo de hielo. Pero qué pena dan esos suspiros, que al ser soplados se desvanecen encadenados a paredes irreales! será porque no reflejan muerte pero tampoco son vida?
O por las lastimaduras que los visten como cercos vivenciales en la boca, en la espalda, en los oídos, que a la vez llaman a que levante la palabra, el alma, las consecuencias casi incomprensibles [entre estos rehenes cotidianos que miran tras el espejo como unos pocos trozos de mabel haciendo sombra a lo que el destino ha ordenado] y sólo se puede percibir como murmullo, o sonidos que se alejan adentro del cuerpo?

MabelBe

1 comentario:

  1. elijo el desvanecimiento a cualquier tipo de hielo

    elijo el arte a la historia

    qué raro

    elijo un suspiro a un estertor

    elijo mi niño a mi adultez

    qué raro

    elijo el camino circular

    ese que me absorbe.

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