La percepción constituye un proceso psicológico, con gran
dependencia de la posición del cuerpo perceptor; un niño ve las cosas de forma
completamente distinta que un adulto, aunque sólo sea en lo que se refiere a
las medidas. El grado en que se es familiar con lo que vemos influye también en
la percepción. Cuando los indios de Centroamérica vieron jinetes por primera
vez, no vieron lo mismo que nosotros cuando observamos a gente cabalgando.
Vieron monstruos gigantescos, con cabezas humanas y cuatro patas. Tenían que
ser dioses. La percepción depende de tantos factores, que esforzarse en ser
objetivos carece de sentido. / La narratología literaria, Los discursos
discursivos, Aspectos. Ana Sarchione
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