Hoy vuelvo a la frontera. Otra vez he de atravesar. Es el viento que me manda, que me empuja a la frontera. Y que borra el camino que detrás desaparece. Que detrás desaparece. Me arrastro bajo el cielo y las nubes del invierno, es el viento que las manda y no hay nadie que las pare. A veces combate despiadado, a veces baile, y a veces nada. Hoy cruzo la frontera bajo el cielo. Bajo el cielo. Es el viento que me manda. Bajo el cielo de acero soy el punto negro que anda a las orillas de la suerte. / La frontera. Lhasa de Sela.
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