Hace poco
entró en mí una sensación de vida aceptada. Agradecer la totalidad y a caminar
bajo los árboles con amor. Antes vivía más gris, tengo 58 ¡pero qué
menos parecés, estás genial!, quiero estar así a tu edad. Me levanto a la
mañana repleta de enseñanzas en este tiempo de simpáticas alertas respetuosas
en cada maldita crisis repetida. A veces me emociono. Que la
felicidad se sienta en la selva del corazón, a descansar, me repite esta
naturaleza, que despida al miedo así puedo pasear sin tiempo o planear algo
adentro de esta mente desconocida, que me fastidia un poco a decir
verdad.
El ente que siempre está aparte, y
siempre presente/ MabelBE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario